viernes, 3 de noviembre de 2017

Armandito no cree en lágrimas (+ Video)

Foto: Juan Pablo Aguilera
Había confusión en el Hotel La Arboleda con su nombre, hasta que lo vimos llegar, unas libras demás y unos cuantos años también. Era “boxeador de las tres distancias, las que dominaba con técnica y elegantes movimientos”, dice sobre él una publicación actual.

Es el campeón olímpico de Moscú-1980, Armando Martínez, cariñosamente conocido como Armandito, por aquella juventud que tenía cuando ganó su título estival. El además subtitular del Mundial Munich ‘82 realizó una visita a la provincia, junto al bimonarca bajo los cinco aros de atletismo, Alberto Juantorena.

¿Qué los trajo a la provincia?
“Juantorena y yo vinimos a impartir charlas en centros universitarios, con estudiantes de la FEU y militantes de la UJC. Hemos tenido contacto con los muchachos de las provincias orientales, para contarles cómo se forma un campeón olímpico y los sacrificios que hay que hacer en pos de ganar una medalla”, manifiesta Armandito, quien nació en Majagua, Ciego de Ávila, el 29 de agosto de 1961.

En 1980, tenía 19 años, que cumplió en el mismo Moscú. Fue su gran oportunidad, pues fue sin pronóstico de medalla y alcanzó la gloria, al vencer en la final al soviético Aleksandr Koshkin, por veredicto dividido, 4-1.  

¿Moscú?
“Participar en esos eventos es la honra más grande que puede tener un atleta. Fui ese año campeón nacional en 63,5 kilos y tuve que subir hasta 71 para poder ir a la URSS. Quiere decir que no estuve un cuatrienio preparándome en mi peso. Casi me llevo la condición de mejor atleta del certamen, pero al final ese premio se lo dieron a un italiano”.

¿O'Sullivan?
“Mis peleas con el canadiense Shawn O'Sullivan son muy recordadas y la segunda en la Copa del Mundo de Canadá, en noviembre de 1981, me la vieron perder los jueces, mas no el Comandante en Jefe, quien dijo que me había visto triunfar. Ese gesto de Fidel me marcó positivamente, porque él decía que también el pueblo sentía que yo era el ganador. Mi subcampeonato mundial es otro recuerdo grande, fue durante la tercera cita de ese tipo”.  

¿Ángel Espinosa?
“Cuando se hable de Espinosa para mí se está mencionando a un grande, a la altura de un Teófilo Stevenson. Ha sido el boxeador más fuerte al que enfrenté (se midieron tres veces). Noqueaba hasta a pugilistas de más de 91 kilos, era un fenómeno”.  

¿Mario Kindelán?
“Kindelán es un extraclase. Este doble campeón olímpico y mundial está en el sitial de honor del boxeo cubano, sin discusión”.

¿Y el boxeo femenino?
“Únicamente no lo practicamos nosotros de manera oficial. Hay mujeres en La Habana que lo entrenan. Las féminas algún día tendrán que formar parte de una selección cubana, porque ya levantan pesas y luchan”. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque



 

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