lunes, 8 de junio de 2015

Hacedor de máquinas (+ Fotos y Video)

Fotos y video: NARR
Batear, elemento técnico que de elemental tiene solo empuñar. Para pegarle a una esférica del tamaño de una naranja, mandada a 90 millas, los swines en repeticiones nunca serán suficientes. En un pestañazo hay que golpear algo de escaso diámetro; pero resulta menos difícil con una máquina de lanzar.

Ese medio auxiliar no es tan novedoso en el contexto beisbolero (surgió hace algunos decenios), y su fabricación rústica en Holguín data de los noventa, cuando en el municipio de Rafael Freyre, en el politécnico Manuel Rojo, se dieron algunos pasos. “Con ella la mecánica de bateo se ejercita mejor, amén del resto de aspectos de juego que también pueden entrenarse”, dijo Leonardo Hernández, licenciado en Construcción de Maquinarias, quien junto a un grupo de trabajo dejó lista la primera máquina, hace 25 años.

El freyrense sigue en su terruño, ahora imbuido en la reanimación de esos instrumentos de lanzar pelotas, pues para la Serie Provincial pasada, Francisco Martínez, mentor del equipo de “Rafael Freyre”, le preguntó si podía retomar la fabricación. Estudió las maneras de volver a la tarea y reunió recursos. “He hecho tres y tengo otra en fase de prueba, la cual posee un brazo o péndulo y tira pelotas de cuero sin dañarles las costuras, además de que está sobre ruedas y se traslada fácil”, comentó.

“Tengo un torno y un equipo de soldar, de ahí parte todo. Necesito, para hacer una máquina, dos motores eléctricos, dos ruedas de motor, alrededor de cuatro metros de tubos de tres cuartos pulgadas, varillas de soldar y cuatro o cinco cajas de bolas. En dependencia de los motores y sus revoluciones, ideo el diseño. Con todo asegurado, en un mes la termino, y la acompaño con un módulo de pelotas de goma y en un futuro estoy pensando en añadirle de plástico, de las cuales tengo dos de muestra”, explicó.

Los motores deben ser uniformes – de entre mil 700 y dos mil revoluciones –, ya que de ello depende en gran medida la velocidad que tomen las pelotas; aunque el diámetro de las gomas es importante. Los envíos alcanzan hasta 90 o 100 millas. Haciéndoles ajustes a los neumáticos, es igual de eficiente en categorías infantiles.
Leonardo Hernández

Este Licenciado en Construcción de Maquinarias ejerce el trabajo por cuentapropia como tornero, es aficionado al béisbol y apoya a su representativo en la Serie Provincial. Desde “Calixto García”, Mayarí y Cacocum se han interesado en adquirir alguna máquina. Si aparecen los componentes, está en disposición de colaborar con otros municipios, la provincia y el país. Fuera de Holguín no se conoce sobre su inventiva y le gustaría buscar información en Internet acerca de cómo marcha la fabricación a nivel mundial.

“Es uno de los mejores medios auxiliares. Ayuda a dosificar el trabajo e, indiscutiblemente, mejora el accionar de los bateadores, en ese sentido nos ha traído resultados, ya que nuestro plantel ha progresado en impulsar carreras y damos jonrones (habían disparado cuatro, tres con bases llenas). Con 20 swines frente a la máquina, se cuidan los brazos y practicamos, por ejemplo, el toque de bola de sacrificio y sorpresa. Nuestro promedio ofensivo está en alrededor de 280”, opinó Francisco Martínez, que en 1990 era jefe de cátedra de Educación Física en el “Manuel Rojo” y asesoró el proyecto de Hernández y sus compañeros.

El entrenador, exintegrante del colectivo técnico de Los Cachorros en varias Series Nacionales, ofreció su valoración de cuán útil había sido la máquina en el alistamiento de Los Navegantes de “Rafael Freyre”: “El año pasado, quedamos subcampeones. Para la actual Serie 39, hicimos 12 micros preparatorios y vamos en el primer puesto de la zona Oeste. En la provincia, existen dos en la cabecera provincial, pero ningún otro municipio tiene e imagino que en Cuba sean pocos con alguna”.
El plantel entrena con la máquina desde la pasada campaña.

Luis Laffita, máximo remolcador en la novena juvenil holguinera en su torneo nacional, afirmó que mejoró la aceleración del swing y los reflejos. “Inclusive, en la defensa avancé, porque se le hacen ajustes a la máquina y sirve para trabajar. Soy receptor y logro capturar fly, toques de bola, bloquear y coger rollings si cubro primera base. Un día antes de enfrentarme a un pítcher rápido, la utilizo para llegar más adaptado”, señaló.

Leonardo Hernández genera ideas tan o más ambiciosas que sus predecesoras, como lograr máquinas de patear penaltis o rematar pelotas de voleibol. Propuso crear un centro investigativo de la Industria Deportiva, tras lo cual le dijeron que piensa en grande. Y los que piensan así solucionan en la misma proporción. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque

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