Kárel Mariño / Foto: CONCACAF |
A los muchachos del DT Edilberto Medina – asistido por Onésimo Osorio – les infligieron en agosto pasado cuatro reveses, contra Industriales (7-0), La Habana (3-1), Ciego de Ávila (5-1) y Santiago de Cuba (5-3).
Es cierto que cayeron en el llamado Grupo “De la Muerte”, pero tan mala actuación no es justificable, reconoció Alexánder Castro, metodólogo de la Comisión Provincial de Fútbol, quien fungió como jefe de delegación, en la Sala Polivalente capitalina Kid Chocolate.
Al certamen asistieron siete jugadores novatos, de 12 que conformaron la nómina. Esto estuvo dado por la ausencia de algunos futbolistas importantes, a causa de disímiles razones: Fernando Chapman y Adrián Osorio (no residen en el país), Renay Malblanche, José Ramón Casa del Valle, Ernesto Hernández y Ángel Eduardo Góngora (declinaron participar), y Javier Chapman (lesionado), entre otros.
Volvieron a tener problemas en la portería, pues el arquero que se preveía como regular tuvo una lesión y no pudo integrarse al entrenamiento, que solo fue de un mes. A favor del alistamiento se puede decir que lograron ir a la playa y la alimentación, según Castro, fue adecuada.
Solo toparon con Granma y Santiago de Cuba, e increíble, renunciaron a participar en la habanera VII Copa Jorge Gelabert (campeonato por invitación), donde hubieran tenido oportunidad de medirse con rivales del centro y occidente del país.
Como agravante, ya en la sede de competencias, el internacional Kárel Mariño y su compañero de equipo, Sandy Gómez, contrajeron dengue y conjuntivitis, respectivamente. Excepto en un partido, en los demás recibieron cinco goles y más. Tampoco fueron poderosos en el ataque, al totalizar solo cinco dianas en cuatro presentaciones, cifra muy baja para esta modalidad.
Lo positivo de todo fue el derecho que se ganó Mariño, al asistir como pívot de la selección nacional al Torneo de Clubes de CONCACAF, el cual se efectuó del 21 al 26 de agosto, en Honduras. Allí, el muchacho de la cabecera provincial anotó tantos importantes.
Habrá que ver ahora si los holguineros descendieron a una hipotética Segunda División o se mantienen en la clasificación élite, mas los que trabajan por el futsal aquí tendrán que llamarse a capítulo, para cambiar la cara actual.
Este deporte, de tradición medallista, necesita mayor masividad fuera del municipio holguinero, así como capacitación para sus técnicos. Mucha faena queda por delante, en pos de devolverle el brillo a la sala. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque
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