lunes, 18 de mayo de 2015

“El mejor ejercicio es dar strikes”

Fotos: Elder Leyva
Brazos de Hierro, así les dicen. Son lanzadores cuya presencia sobre el montículo se extiende por varios anuarios: con 44 años, Lázaro de la Torre ganó su pleito 200 en Series Nacionales, Carlos Yanes llegó a 28 campañas y Ciro Silvino Licea ha sido “Alazán” desde el '93.

Un freyrense de 46 años de edad, el pasado miércoles 13, logró una victoria ante Banes, en la Serie Provincial 39. Ramón Melanio Zaldívar es posible que haya logrado cerca de 80 triunfos de por vida en estos eventos (nuestras estadísticas provinciales históricas tienen fallas).

El tirador del barrio La Sirena, en “Rafael Freyre”, no “se vence”, lleva 27 temporadas consecutivas con Los Navegantes, subcampeones del territorio en el torneo 38. “Hay un apoyo a la pelota y se trabaja serio, por eso hemos ascendido. Hasta los aficionados cooperan con sus recursos”, explicó. Las raíces campesinas se dejan ver en el caminar del Ídolo de la Sirena, bautizado así por su coterráneo Víctor Roberto Campaña, comentarista deportivo de Radio Gibara. ¡ahora! preguntó por él por pura formalidad, pues es fácil reconocer al “Abuelo del Béisbol”.

Empezó a destacarse en choques entre barrios y Consejos Populares. En 1988, lo captaron e integró el combinado de “Rafael Freyre”, donde obtuvo el puesto en un grupo que tenía 17 serpentineros preseleccionados. Siendo novato, lo designaron, casualmente, para abrirle a Banes, que tenía un equipo durísimo, en el primer partido de dicha Serie.

“Perdí, 8-4, en el ‘Thelmo Esperance’, contra Osvaldo Fernández. Jorge Cruz me dio un jonrón con bases llenas por el leftfield, aunque después de eso no me bateó más na’”, afirmó con la comisión de embullo a pocos metros de distancia, en el estadio Feliú Leyva. “¡Puya, Puya!”, le gritaban los aficionados de su municipio de manera jovial, para saludarlo o conversar; de esa forma se refieren a la púa (vara puntiaguda) en las zonas rurales.

¿Corre kilómetros y kilómetros como De la Torre o tiene algún secreto para seguir en forma?
“Entreno mucho, me gusta entrenar. Cuando se acaba la Provincial, me voy a trabajar la tierra y los domingos participo en competencias de barrios. Antes de las Series,nunca falto a los entrenamientos, porque me protege la licencia deportiva, según el tiempo de preparación. No fumo, el único vicio que tengo es la cerveza, y la tomo cuando el momento lo requiere.

“Sentado no me gusta estar nunca; si quieren que salga a defender en otra posición, batear de emergente o ayudar a cargar bates, ahí estoy. Lo mismo abro que relevo. Mis familiares me preguntan si no me canso de jugar pelota y les digo que la dejaré cuando no pueda caminar, porque, de no poder lanzar, cumpliré otra función. El mejor ejercicio es dar strikes”.

Ha jugado en cuatro décadas de la pelota holguinera, aportando en algunas de seis a siete triunfos a su conjunto, generalmente de los más débiles. ¿Por qué considera que fue excluido de los seleccionados holguineros?
“Mi gran anhelo era haber estado con Holguín en al menos una Serie Nacional, pero decían que tenía un wind up feo, aunque nunca me lo dijeron personalmente. Iban otros que ganaban menos que yo. Solamente en el ‘94 me invitaron a un entrenamiento. Sí, me invitaron, porque en el listado de la preselección no aparecía. El otro estímulo fue en 2011, al integrar la selección del Oeste al Juego de las Estrellas de la provincia en Gibara. No obstante, sigo los juegos de Holguín en Series Nacionales, si transmiten partidos por televisión los veo y escucho la radio simultáneamente”.

¿Se irá el béisbol de Melanio?
“Después de casi 30 años, durante la Serie pasada fuimos subcampeones y solicité el retiro, ya que me parecía que era un buen cierre para mi trayectoria. Mas me convencieron de olvidarme de la idea, ya que hacía falta mi aporte. Tantos años en Series Provinciales me han visto vivir etapas diferentes y te digo que las condiciones de apoyo han disminuido. No obstante, en el Periodo Especial fue compleja la situación y de todos modos jugábamos.

“Tengo dos hijas, una nieta y un nietecito, pero al chiquito le gusta montar bestias, como al padre, vamos a ver si lo convierto en pelotero. Siempre voy a soltar la yunta de bueyes y pa' el terreno, esa es mi vida”. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque

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