viernes, 19 de junio de 2015

Un balón lo trajo hasta aquí (+ Video y Fotos)

Setenta años se conmemoran de que el Comandante en Jefe culminara el bachillerato en el Colegio de Belén, en junio de 1945. Un encuentro de básquet disputaron Fidel y sus compañeros contra el equipo del Instituto de Segunda Enseñanza de Holguín

El viaje hasta Holguín aproximó a Birán al adolescente que descubrió la capital. Las asignaturas por vencer o las noticias de la Segunda Guerra Mundial le daban vueltas en la cabeza. Desde septiembre de 1942, también “le hacía” tiempo al deporte en el Colegio de Belén, en La Habana.

“Cuando yo estudiaba el bachillerato era, sobre todo, deportista y escalador de montañas”, le respondió Fidel al intelectual francés Ignacio Ramonet, en aquellas 100 horas de entrevista, en la cual la vida del líder histórico de la Revolución Cubana se deja leer casi biográficamente.

Crecimos los holguineros con la idea de que nuestro Comandante en Jefe, en 1944, había jugado un partido de básquet en La Ciudad de los Parques. Es cierto el año, solo que también suponíamos que el encuentro se efectuó en la cancha de la Plaza Camilo Cienfuegos, del entonces Instituto de Segunda Enseñanza Enrique José Varona, actualmente Preuniversitario Urbano homónimo.

Así se lo hice saber a un exbaloncestista holguinero, Manuel de la Cruz (hijo), quien, en sus estudios sobre ese deporte en el territorio, contradice el sitio de juego, pues la última sede del Instituto y su rectángulo (el primero de cemento acá) se crearon en la década del cincuenta, y ya el hijo de Doña Lina y Don Ángel había obtenido su título de abogado en la Universidad habanera, en junio de 1950.

Terreno de tierra
Un terreno de tierra en la calle Maceo, entre Cables y Ángel Guerra, fue escenario del encuentro que sostuvieron los campeones nacionales (menores de 18 años) del Colegio de Belén y el quinteto del Instituto de Segunda Enseñanza de aquí, fuerte representativo de la región oriental y participante en los torneos de la Federación Atlética Nacional Amateur Interinstitutos. Los capitalinos vinieron guiados por Otilio “Capy” Campuzano, coach de gran aval, y los nuestros fueron orientados por Manuel de la Cruz (padre), entrenador también muy preparado e instructor de Educación Física junto a su hermano Juan, en el “Varona”.

La cancha durante una competición.
Gilberto Avilés marcó la cancha, ayudado por el propio Manuel de la Cruz (padre), conocido como “Bigote”, y el profesor Manolo Céspedes. La misma es ocupada ahora por otras construcciones y su lugar estaba en la acera izquierda de la calle Maceo, cercana a la intersección con Ángel Guerra. De pared de ladrillos en sus costados, a la instalación se le hicieron dos gradas pequeñas de madera. En 1945, dejó de emplearse como área basquetbolística, porque al estar en préstamo el solar, el dueño, Martín Sánchez, expuso al alcalde municipal su interés por erigir allí un edificio de dos plantas, proyectado para cuatro apartamentos.

Su cumpleaños 102 lo celebró en diciembre de 2014; sin embargo, la abuela Renée Rippe confirmó la existencia de aquel lugar, donde sus hermanos Delfín y Manuel practicaban de día y jugaban de noche, junto a estudiantes de bachillerato y otros holguineros, e incluso dio fe de que hubo practicantes femeninas.

Posteriormente, el Instituto fundó un espacio en la calle General Feria (ahora Cervantes), entre Aricochea y Cables. En la escuela holguinera, “El Deporte Ráfaga” prevalecía sobre el resto de las disciplinas, algo notorio en un centro donde la Educación Física tenía carácter obligatorio en el programa de estudio, consigna el periódico Eco Estudiantil, órgano oficial de la Asociación de Estudiantes de allí.

Cual canastero al aro
Equipo holguinero de aquel histórico choque.
La mayoría de los muchachos del elenco del Instituto, regularmente, iban al Club Atlético, y el día del tope ante el Colegio de Belén se reforzaron con jóvenes locales que no formaban parte de la matrícula, quienes se sumaban en choques de exhibición, mas nunca participaron en eventos oficiales. De la Cruz (hijo) conoció que, en mayo de 2005, del conjunto, solo vivían, en Holguín, Baltasar Anta y Carlos “Luquín” Domínguez. “Luquín” fue el último basquetbolista de ese grupo que falleció en la provincia, en junio del pasado año, superando nueve décadas de vida; de estatura mediana, se desempeñaba en la posición de centro. A Anta lo tomaban en cuenta, además, en la novena beisbolera.

Miguel Zayas, Rafael Tarragó, Isaías Delgado, Hárold Elósegui y Noel Negreira completaron la nómina de los holguineros en el desafío ante la escuadra de la institución educativa regida por la orden religiosa de la Compañía de Jesús. Otra publicación estudiantil reconoció a Elósegui como “El Hombre Team”, toda vez que en ese momento se le consideraba el mejor jugador de la ciudad y tenía buenas manos para cubrir el campocorto en la pelota.

Fidel, a la izquierda al  fondo, junto a Otilio Campuzano y sus compañeros.
El colegio jesuita apostaba, en palabras del líder histórico de la Revolución Cubana a Ramonet, por la formación del carácter de sus pupilos, aunque, como revolucionario al fin, señaló su discriminación hacia las personas de piel negra y sus favores a la alta burguesía. “Participaba en todos los deportes y terminé designado el último año – la escuela tenía mil y tantos alumnos – como el mejor deportista. Destacaba en el baloncesto, el fútbol, en el béisbol, en casi todos los deportes…”, rememoró.

El Comandante en Jefe siguió jugando después de 1959.
“En general yo jugaba cerca del tablero, pero después, en los últimos años – los últimos años aun dentro de la Revolución participé en campeonatos de baloncesto –, la posición que yo tenía en la defensa era delantera, y en el ataque más atrás”, le refirió Fidel al periodista italiano Gianni Miná. Y se mostró partidario del gardeo a presión y las penetraciones al tablero, aunque no se oponía a los tiros a distancia.

Todavía pendiente por localizar queda el día exacto del juego “Varona”-Belén. El marcador final tampoco se registra en bibliografía alguna, aunque está precisado que los chicos de casa vencieron a los habaneros y recibieron un trofeo, del cual no existen nociones de su destino en el tiempo.

Otro dato es que “Capy” Campuzano tenía a Fidel en la quinteta titular. Y jamás su dirigido ha ido a la banca en sus afanes por hacer el bien y atacar lo injusto, cual canastero al aro. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque / Fotos y gráfico: Archivo, Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, Museo Provincial del Deporte e Instituto de Planificación Física

VER VIDEO SOBRE EL COLEGIO DE BELÉN...


Hubo plantel de fútbol en el Colegio de Belén.
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Existieron practicantes femeninas en la ciudad holguinera.

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