miércoles, 7 de enero de 2015

El Kremlin se ve de Mayarí

Foto: Reynaldo Cruz
Satisfecha quedó Cuba cuando el once cubano Sub-21 casi saca de la discusión del oro a México, en casa y en su deporte nacional, en Veracruz-2014. Los nuestros le hicieron caso omiso a que los “chamacos” juegan en la liga mexicana o se forman en Europa.

Testigo presencial de aquellas jornadas fue Yadel Martínez, árbitro internacional, y quien actuó en tres partidos de la justa, entre ellos el inaugural y la otra semifinal como principal. Vía telefónica, entrevisté a este mayaricero, imparcial de mayor futuro en la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF), tomando en cuenta su correcto desplazamiento, una constitución física adecuada y un carácter receptivo en el aprendizaje.

“¡Apúrate, que no se baja de los aviones!”, me habían alertado. Y en efecto, al otro día de la conversación saldría hacia La Habana, para luego viajar a Jamaica, donde mañana comienza la final Sub-20 de CONCACAF, clasificatoria para el Mundial Nueva Zelanda-2015. Había leído que era el colegiado “de moda” en el área y lo confirmé al ver su foto como referee del encuentro decisivo de la lid masculina Sub-17 del Caribe, en Haití, y descubrir que comandó el arbitraje en un amistoso EE.UU.-Honduras en octubre – en Miami –, además de haber estado en el certamen masculino Sub-15 caribeño y en enfrentamientos de la “CONCA Champions League”, durante el pasado año. Fue seleccionado mejor árbitro de la Liga Cubana 99, del país en la Gala Anual del balompié y también el Más Destacado de Holguín entre todas las disciplinas en 2014.

En una oportunidad anterior, no pude hablar con Martínez, pues visitaba, en Marcané, al árbitro FIFA Pastor Manduley, quien lo inició en el oficio de cantar off side o sacar tarjetas, y ha hecho mucho por el arbitraje en el municipio de Mayarí y en la provincia. De su profesor aprendió a presentarse en cuanto evento entre combinados deportivos, Copas Inter-Secundarias Básicas, Juegos de Montañas o Copa FEEM se efectúan. “En cualquier categoría se te dan situaciones nuevas. Dado el déficit de desafíos a nivel nacional, a veces pasa un mes y no trabajo, así que aprovecho esas competencias y ayudo a los organizadores”, aseguró el joven de 29 años, licenciado en Cultura Física desde 2009 y entrenador del “Más Universal” en el combinado deportivo Mayarí Ciudad.

¿Te atemorizaron Jürgen Klissman (director técnico alemán de la selección de Estados Unidos) y los mundialistas de EE.UU. y Honduras?
“Aquel amistoso fue el primero donde un árbitro cubano le pitaba, en EE.UU., a la selección de ese país un choque con ese carácter. Al principio uno siente presión, aunque salí como si estuviera trabajando cualquier duelo del Caribe o Cuba, y fui entrando en acción. Hondureños y estadounidenses jugaron fuerte, pero bonito, y al final me felicitaron, pues no influí en ninguna anotación (terminó 1-1). En Centroamérica y el Caribe, todos quieren ganarle a los norteamericanos, por eso de amistoso solo fue el nombre, parecía una eliminatoria mundialista”.

¿Qué impacto tuvo el desempeño de la escuadra cubana en Veracruz?
“Después de haber visto a México batir, 5-2, a Honduras, pensé que no tendría contratiempos contra Cuba; sin embargo, los muchachos hicieron un papel meritorio. Yo me fijaba en el director técnico mexicano durante ese encuentro y se veía nervioso, su rostro reflejaba que no creía lo que estaban haciendo los cubanos. Colegas de otros países me manifestaron que teníamos muy buen elenco, bien entrenado y habilidoso, al cual solo se le podía señalar la falta de roce internacional”.

Dada la intensidad de la actividad física de los árbitros y la preparación técnica que poseen en el mundo, algunos imparten justicia, pero también pueden ser estomatólogos o empresarios, y hasta dominan varios idiomas, cómo es tu superación.
“La preparación física la hago por un plan de entrenamiento, que abarca todo el año. Incluye tramos de velocidad y resistencia en el terreno, algo más agotador que correr varias pistas. Como en la ciudad de Mayarí no hay cancha, practico en el estadio de béisbol Emilio Gómez, situando conos y simulando escenarios, casi siempre junto a dos compañeros que han sido asistentes en Campeonatos Provinciales. Los árbitros pueden lesionarse, es muy difícil trabajar en terrenos sintéticos, porque su superficie es de goma y son más duros que los naturales, ningún partido oficial se celebra sobre césped artificial. Uno corre de forma diagonal en medio de un juego y te puedes resbalar, e incluso haces un movimiento involuntario y aparecen los dolores.

“En el aspecto teórico, me apoyo en videos de aprendizaje de árbitros. Tengo algunos test de la FIFA donde en un tiempo determinado debo responder a distintas acciones. Además, cuando viajo me auxilio de mi celular, el cual tiene una aplicación con más o menos la misma finalidad, veo cuanto juego transmite la televisión y mi libro de cabecera es Reglas de Juego (de FIFA). Con el Inglés y el Francés paso poco trabajo, porque el arbitraje tiene palabras técnicas del Inglés que son universales, sencillas, para poder aplicar el Reglamento y calmar a los jugadores, llamarles la atención o amonestarlos. No obstante, he tratado de superarme con cursos virtuales o en escuelas”.

¿Cuáles son en Cuba los terrenos en los que se te hace más difícil tu labor?
“En la temporada nacional 98, en Cienfuegos, tuve un juego complicado, mas también en Zulueta, Manatí y Morón uno no la tiene fácil. De Banes te hablo menos porque no me asignan esa sede, pues allí sería local, pero por referencias de compañeros míos sé que también se las trae, ya que allí la afición es apasionada”.

Holguín, de acuerdo al historiador Ramón Rodríguez, tuvo al banense Ramón Calderón como árbitro en los Juegos Olímpicos Moscú-1980 (solo dos cubanos han asistido a Olimpiadas) y Cuba, en la modalidad de once, nunca ha tenido exponentes en Mundiales. Luis Enrique Yero, secretario general de la Federación Cubana de fútbol y jefe de reglas y arbitraje, declaró en octubre último “que confía en que el holguinero dé la clarinada”.

Seguramente, Yadel Martínez acudirá a la Copa de Oro de este año, a celebrarse en EE.UU. y Canadá, o a otros certámenes rigurosos. Ni siquiera en verano, imagino una Rusia sin abrigos. Dentro de tres años, si continúa su progreso, Martínez pudiera tomarse la clásica foto con el Kremlin al fondo. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque

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