Foto: AFP/Getty Images |
Ni 67 mil 319 espectadores en el NRG Stadium, de Houston, EE.UU., ni la presencia de estrellas como Javier “Chicharito” Hernández o Tomás Rincón presionaron a Martínez, quien tuvo que hacer frente a un duelo brusco y trabado, donde sacó cinco tarjetas amarillas y decretó 27 infracciones. “Salí tranquilo ese día, como siempre hago, sin mucha presión, solo la de representar a Cuba, país de no tanta tradición futbolística que nos tenía a mí y a Hirán Dopico en funciones arbitrales. Nosotros estábamos hospedados en Chicago y nos avisaban cuándo y dónde debíamos trabajar con dos días de antelación. Trabajé en otras ciudades, nunca en Chicago. La Comisión de Asesores e Instructores se encargaba de las designaciones”, apuntó el mayaricero, uno de los 18 jueces principales (de 16 países) de la liza.
“Los jugadores hacen presión, te encaran para complicarte el choque, pero uno no les puede demostrar nerviosismo o miedo. Participé en un seminario previo a la Copa, también en Chicago, y nos instruyeron en las modificaciones del Reglamento e hicimos simulaciones de juego, es decir, que nos insistieron tanto en lo teórico como en lo práctico. Luego, en la competencia, convivimos con árbitros de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe (Concacaf) y la Confederación Sudamericana (Conmebol), que han sido hasta mundialistas, y de esos días los más jóvenes también nos llevamos experiencias”, declaró el referee, cuyo desempeño abarcó además tres desafíos como cuarto árbitro: Costa Rica-Paraguay (4 de junio), Ecuador-Perú (8) y Colombia-EE.UU. (25).
El internacional de 31 años de edad quedó impresionado cuando un colega suyo, el mexicano participante en Mundiales – expulsó a Zidane en Francia '98 – y actual analista de la cadena Televisa Deporte, Arturo Brizio, mostró una foto de él en el seminario, donde se podía leer: “Gente común haciendo cosas poco comunes”. La instantánea en sí ilustraba a un cubano “pitando” internacionalmente, algo inusual que también llegaría a la Copa América.
“Cada vez que se jugaba en la sede de nuestro hospedaje nos llevaban al estadio y por ello pude presenciar los tres goles de Messi contra Panamá. Sé que causó asombro vernos a Dopico y a mí en la lid del Centenario. Ahora voy a rectificar mucho las deficiencias que tengo y seguiré preparándome. El 18 de julio estaré en Islas Caimán en un evento, al cual fui invitado. Ojalá pueda estar en el amistoso Cuba-EE.UU. (7 de octubre en La Habana), sería un honor”, explicó.
“Al llegar las 8:00 de la noche, las llamadas telefónicas llovían de un lugar a otro en el municipio, se avisaban que el colegiado de ese encuentro (México-Venezuela) era el hijo de Ofelia Pupo, el alumno del recién fallecido profesor Pastor Manduley”, así narró en su blog esa fecha nuestro colaborador en Mayarí, Reynaldo “Papo” Duarte. El muchacho de Ofelia, el discípulo de Pastor, se encargó de hacer quedar bien a Cuba. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque
No hay comentarios:
Publicar un comentario