Fotos: Flabio Gutiérrez |
Matemáticamente, el evento fue un éxito: se reportaron competidores en todos los municipios, con destaque para plazas tradicionales como Holguín, “Calixto García”, Cueto y Banes, junto a la sorprendente Sagua de Tánamo.
Hubo futbolistas limitados físicos en la justa, otra nota alta que dice mucho del sentido humanista del deporte cubano. Se disputaron dos categorías (Sub-16 y mayores), a nivel de interbarrios, Consejos Populares, municipal y provincial; la segunda fue la única que llegó a instancias provinciales.
Pero existieron entretelones, que empañan cifras y sobrecumplimientos. Aparecieron problemas con los balones, la mayoría proporcionados por los propios participantes. Aunque se jugó por un Reglamento (imagino haya sido el mismo del Campeonato Nacional de Fútbol Callejero), las porterías difirieron en tamaños y modelos, inclusive la final territorial se aseguró mediante postes plásticos, sin larguero. Fueron permitidos futbolistas de Alto Rendimiento, lo que dificultó la búsqueda de talentos, una de las prioridades del balompié de calle, y le restó paridad a la lid.
Panoramaganador fue el sábado 28 de julio a darle cobertura a la final, que debía efectuarse en el Ateneo Fernando de Dios; sin embargo, este permanecía cerrado a las 10:00 am. Estaba previsto que se desarrollará allí esa fase, mas faltó coordinación y se trasladó la sede, inesperadamente, hacia el terreno del Feliú Leyva (no es el césped la superficie idónea del “callejero”), donde, por supuesto, se esfumó el factor concurrencia de público. El espectáculo fue frustrado, volvió a sucumbir ese término.
Tendrán las autoridades del INDER provincial que hacer un análisis de qué falló ese día y quiénes fueron responsables de que no abrieran las puertas de dicha instalación, donde los deportes colectivos van a la zaga, ya que sólo el voleibol ha tenido actividad, recientemente. Se perdió la oportunidad de darle uso al Ateneo, más allá del circo, el judo o las pesas, y también fueron afectados los aficionados del Más Universal, que siempre en Holguín hacen número.
Para colmo, en el “Feliú Leyva”, tomaron parte representativos del territorio cabecera, “Calixto García” y Gibara, cuando se planificó que los equipos campeones de cada municipio estuvieran.
Holguín celebró su Primer Torneo de Fútbol Callejero. |
Si Holguín se propuso organizar, en etapa vacacional, su fiesta de Fútbol Callejero, no podía hacerla por pura formalidad. Había que cerrar con calidad la competencia, inclusive apelando a fórmulas como las que hemos sugerido antes: al estilo de la cooperación entre Red Bull y el Campeonato Nacional de dicha modalidad. ¿Acaso quedan lejos la Fábrica de Cerveza Bucanero o la industria mixta del níquel? Por poner solo dos ejemplos. ¿Les suena la palabra patrocinio?
Se rompió el hielo por lo menos. “Los Banqueticos de Gibara” se proclamaron monarcas provinciales y tendrán la oportunidad de ir a la segunda edición a nivel de país, la cual debe acontecer en 2019. Desde ya, debería incluirse a estos gibareños en las gestiones de transporte del venidero año –estímulo y derecho–, por si se desarrollan zonales clasificatorias o han de trasladarse a la capital.
No obstante, vendría bien un pase de revista al torneo nuestro, para que, en el próximo, los 14 elencos “retumben” en el Ateneo, hasta de noche. Y las cifras sean menos frías. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque
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