Los visitantes, enrolados en la Segunda División de su país, cayeron noqueados en siete entradas, 10-0, frente a la representación local, que contó con la mayoría de los jugadores participantes en la Serie Nacional 56, donde se ubicaron quintos. Quince atletas presentó De Hazenkamp, todos de origen curazoleño; pero el conjunto tiene su sede en la ciudad holandesa de Nijmegen.
El choque en cuestión lo ganó el derecho Rubén Oris, apoyado por 11 imparables de sus compañeros. Al lanzador gibareño le siguieron otros monticulistas, quienes dejaron a la batería europea en solo dos incogibles. El fracaso se lo apuntó el también diestro Juenen Panesh. No obstante el resultado, lo primordial fue el encuentro beisbolero de confraternización.
De Hazenkamp en Holguín. / Fotos: Reynaldo Cruz y NARR |
Con dos campañas de experiencia en el elenco “tulipán”, Roderick Michel, antesalista, explicó que en Holanda la Segunda División se efectúa los domingos. “En el campeonato pasado vencimos en ocho partidos y perdimos 12. A los planteles cubanos los hemos visto frecuentemente en los torneos de Rotterdam o Haarlem, por ello sabemos de su calidad”, aseguró.
Los discípulos de Busby, cuyas edades oscilan entre los 20 y 50 años – varios tienen más de 30 –, estarán en La Mayor de las Antillas hasta el 19 de marzo y jugarán igualmente en otras provincias orientales y La Habana. A Holguín llegaron con el exlanzador de la selección nacional “naranja”, Gregory Justina, y un catcher que estuvo vinculado a los Rojos de Cincinnati como prospecto, Guiliano Benito.
La pelota comenzó a jugarse en Holanda en los albores del siglo XIX. Curazao es un territorio autónomo de los Países Bajos, por lo tanto, los curazoleños poseen nacionalidad holandesa. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque
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