Fotos: NARR |
Seguía siendo director municipal del INDER del territorio baguanense – puesto que ocupaba desde 1976 – y mencionarlo bastaba para infundir respeto. Por eso ir a Báguano y visitar su casa me pareció una forma de encontrar a uno de los precursores del activismo deportivo en el país, un líder que sobrepasaba cualquier cargo formal y para quien el trabajo era sagrado.
Melchor Anido falleció en 1998. |
Melchor Anido Prada tuvo que haber oído por primera vez de pelota en la fonda de sus padres, en los cuarenta, cuando los duelos entre conjuntos de centrales azucareros “encendían” la zona nororiental. Aunque hizo en vida por todas las disciplinas deportivas (estuvo en México y Polonia con delegaciones cubanas de ciclismo y fútbol), su esposa, Berta Véliz, me aseguró que prefirió a la de nueve innings.
Entre fotos, distinciones y objetos personales, resaltan más de 200 esféricas – firmadas por distintas personalidades –, que conservó El Capitán de la Masividad en una vitrina. “Chichí”, así lo llamaban en su Báguano natal, resguardó rúbricas de Leslie Rodríguez, Bobby Salamanca, Eddy Martin y Héctor Rodríguez, destacados profesionales del periodismo cubano y la narración del deporte. También de varios equipos de nuestras Series Nacionales o Selectivas y de figuras como los santiagueros Orestes Kindelán, Braudilio Vinent y Gabriel Pierre.
Una selección de El Salvador, el Warriors italiano o el Prince Hotel japonés – planteles que visitaron Holguín – tienen pelotas estampadas. Sus queridos Orientales u Holguín, elencos de los que fue delegado, aparecen igualmente. Además de sus coterráneos Luis Miguel Rodríguez, Orelvis Ávila, Félix Borbón y Luis Rodríguez Williams, titulares de Cuba con Los Cachorros en la Serie Nacional 41. Allí está una dedicada por el General de Ejército Raúl Castro, durante la Batalla de Ideas y sus Tribunas Abiertas.
Hay personas a las cuales no llegamos a conocer y sin embargo sus huellas lo dicen todo. Como “Chichí” Anido vuelve en cada festival deportivo recreativo o competencia, entonces nos corresponde acercarnos a su legado, cuidar su legado. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque
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