Julito “pescó” la plata

Foto: Edgar Batista

La conversación, a pocos días de viajar a Santiago de Cuba, sede del Campeonato Nacional de softbol rama varonil 2014, fue apresurada. Mi entrevistado orientaba desde las gradas el entrenamiento y en la tarde abanderarían al plantel. “¡Apuren el calentamiento! Empiecen a batear”, les insistía a los muchachos. Muy diferente resultó el intercambio siguiente, solo interrumpido para que Julio Rodríguez, mentor del elenco holguinero subcampeón de Cuba, agradeciera las felicitación de sus compañeros de trabajo.

Trece de los jugadores (de 15), que hicieron realidad la medalla de plata, están por debajo de los 30 años de edad y ocho – incluyendo tres lanzadores – han ocupado el podio en certámenes juveniles, por ello Rodríguez estima que hay equipo “pa' rato y de calidad”. La colaboración en Venezuela le reportó experiencia, al dirigir en el amateurismo y el circuito semiprofesional. A su regreso, retomó la dirección del representativo nororiental, el cual había comandado en 2007. Holguín aportó a la preselección nacional al timonel en el colectivo técnico, junto al intermedista Fernando Azahares, los tiradores Enrique Rodríguez y Rafael Guerra, además del refuerzo pinareño Edward Hernández; aunque se analiza invitar al jardinero Máikel Castro, el inicialista Antonio Torres y el torpedero Luis Raúl Domínguez.

¿Esperabas tan rápidos éxitos de esta generación?
–No, pensaba que en dos o tres año llegarían los resultados y pudiéramos estar entre los tres primeros equipos entre mayores. Ahora tendremos que trabajar duro para mantenernos, porque somos subcampeones y todos los elencos nos jugarán fuerte.

¿Hicieron algo diferente en el entrenamiento?
–Nunca habíamos entrenado enfrentando a máquinas de pitcheo con esféricas de softbol. Todos los días en la jaula de Turismo – en el parqueo del estadio Calixto García – los muchachos bateaban entre 50 ó 60 pelotas, incluso los envíos drop (curva hacia abajo) y rise (curva hacia arriba) los conectaron diariamente. No pudimos hacer el trabajo con pesas, por esa razón en los finales de partidos se padecía cansancio. La alimentación fue de calidad en el periodo (desde el 20 de agosto último hasta enero) y tuvimos los repechajes aquí, apoyados por el INDER de la provincia. En las eliminatorias, el equipo se la jugaba en cada juego y aprendió de los marcadores cerrados.

¿Sorprendieron a los actuales monarcas? 
–Ya los santiagueros nos habían visto en cuatro choques de preparación, donde habíamos ganado una vez y ellos tres (dos 1-0), y no los sorprendimos, ya que dijeron que con nosotros había que contar, porque no íbamos a ser últimos y se les veía mucha calidad a los exjuveniles, acostumbrados a triunfar en otra categoría y mejor adaptados a la dinámica de mayores, tras haber jugado como refuerzos de otras provincias en campeonatos anteriores.

¿Qué prevén para el softbol masculino?
–Hay que pensar en un número de lanzadores con condiciones, cinco o seis, de muchas potencialidades, pero ausentes en esta ocasión por cumplir en el Servicio Militar o la docencia, los cuales pudieran integrarse a una futura academia en el territorio, mas esto tendremos que reflexionarlo con directivos del deporte holguinero. Sería un centro donde concentraríamos talentos, para el alistamiento el año entero, dándoles condiciones. El pitcheo en este deporte es el 90 por ciento de las victorias. Hace rato que no se efectúa un Campeonato Provincial, ese tema debe estar también en los objetivos de la Comisión Provincial, ya que ahí se observarán las figuras de mayores perspectivas.

¿Cuáles son las características de nuestros softbolistas preseleccionados?
–Azahares es segunda oportunidad que es convocado, con 19 años tuvo su primera. Es un excelente bateador, al que le señalaban la defensa, aunque en este campeonato, en la etapa clasificatoria, se fue sin errores en la intermedia. Batea a las dos manos, hablamos con él y aunque se decidió por hacerlo a la zurda, al final le dio tres jits al difícil Yusbel Plutín (monticulista siniestro) a la derecha. Rodríguez es dueño de una velocidad aterradora, y un rise y una curva muy buena, que tendrá que complementar con un drop más efectivo, para mí el lanzamiento que complica a los bateadores. Guerra también destaca por sus veloces pitcheos (de 77 a 78 millas por hora), tiene problemas con la curva y el rise, pero es buen tirador de drop. Debo resaltar a dos que no fueron incluidos, José Céspedes hizo su trabajo, un relevista que lo hizo bien cada vez que le depositamos confianza. A la hora cero, contra el campeón, aguantó algunos innings y se esforzó. Luis Raúl Domínguez levantó el graderío con sus jugadas, tiene muy buenas manos, en unos años, luego de concluir el ciclo de los actuales paracortos, puede ser shortstop del combinado nacional. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque