Tengo un mapa de los sesenta sobre el cual sobresalen pozos de petróleo, oro y diamantes, zonas cultivables y ganadería. Es a la vez un juego de mesa, por donde avanzas de sitio en sitio de la geografía venezolana.
Las ciudades de Santa Elena de Uairén, Maracaibo y Caracas, además de los estados Bolívar y Zulia, vaya usted a saber por qué, las memorizó mi mente en la niñez. Aquellas tierras eran del “puntofijismo” o la penetración extranjera, sedientos de hidrocarburos, para vivir de Venezuela.
El 28 de julio de 1954 nació alguien dispuesto a vivir por Venezuela. En Sabaneta de Barinas, territorio llanero alejado de la urbe caraqueña, otro Libertador llegó, cuyos enemigos no fueron las fuerzas realistas ni los sediciosos, aunque, entre metrópoli e imperio o “escuálidos” y traidores, solo su escritura los “desconecta”. El resurgir bolivariano trotó hasta el Samán de Güere y juró cambiar el color del mapa y ponerlo “rojito rojito”, sin tonalidades de “adecos” y “copeyanos” – demasiado repúblicanas o demócratas – que te “comían” la vista, lo devoraban todo.
Los bolívares se fugaban al exterior, bueno, se los llevaban. Carlos Andrés Pérez aplicando paquetazos neoliberales. Y riquezas para qué, allí los pobres seguían cada vez más pobres y los ricos a solearse en las playas. Los yacimientos de la vieja PDVSA, “del pueblo” mas no para el pueblo, se saqueaban impunemente. El joven oficial envió un aviso en febrero de 1992: “Por ahora”. Y después, como candidato de su Movimiento V República (MVR), recibió más votos que nadie y le puso Constitución al asunto: una nueva Carta Magna les leyó el pensamiento a los humildes. Empezaba a devolvérseles la patria a los venezolanos.
Golpe de Estado, paro petrolero, infamias contra Cuba, zancadillas opositoras, amenazas paramilitares, intrigas “uribeñas”, estadounidenses y europeas, calumnias de los medios de comunicación de derecha...la Revolución Bolivariana y su líder defendieron su proceso integracionista y solidario: PETROCARIBE, ALBA, CELAC...Las misiones sociales de Salud, Educación, Deporte y Cultura jamás se le ocurrieron a la oligarquía, sin embargo, en los años de gobierno del Comandante Presidente, influyeron positivamente en el bienestar de las masas.
Por el Paseo de los Próceres anda Chávez, entre héroes que expulsaron al colonialismo. Su espada, como la de Bolívar, camina por América Latina. Se unió al Che, a Allende, a Sandino, a lo mejor de nuestros paradigmas. Y “lo más importante es que se fue invicto, se fue invencible, se fue victorioso y eso ya nadie lo puede quitar, eso está clavado en la historia, introducido en la historia”, destacó el General de Ejército Raúl Castro Ruz. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque
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