martes, 1 de julio de 2008

Acordes para un Son / Nelson Alejandro


Todas las sinfonías sonaron en Viena. La ciudad austriaca, en su estadio Ernst Happel, cobijó la pugna entre la “Furia Roja” española y los “Tanques” teutones, la presagiada final de la Eurocopa-2008. La Europass, el balón oficial del “mundialito” sin Argentina y Brasil, mantuvo en vilo a cada terrestre. Conclusión: los ibéricos gritaron ¡Olé! ¡Olé! a la arremetida germana y celebraron en la Plaza de Colón, luego de 44 años grises.
De lleno, la familia cubana también cruzó los dedos en los fuera de juego, las tarjetas amarillas y los tiros libres; el apoyo casi general a España se palpó de calle en calle, tal vez en virtud de las similitudes culturales con nosotros o la “magia” sobre el césped practicada por el combinado de Luis Aragonés, el “Sabio de Hortaleza”. Lo difícil fue encontrar a alguien preocupado el domingo 22 de junio por el desenlace del partido de vuelta, que disputó Cuba frente a Antigua y Barbuda, como parte de las eliminatorias rumbo al Mundial Sudáfrica-2010. En definitiva, la balanza se inclinó a favor del once local, que goleó 4-0 en el “Pedro Marrero” a los visitantes.
Usted dirá: ¿Qué de especial tendrá dejar en el camino al equipo de una nación con casi 70 mil habitantes y exigua superficie territorial? Para los que confían en el surgimiento del fútbol de la Isla significó la luz al concluir el túnel, pues desde el proceso clasificatorio para Francia-1998, el colectivo criollo no accedía a la fase de grupos de la Confederación Norte, de Centroamérica y el Caribe (CONCACAF). El 20 de agosto, el elenco antillano, conducido por el alemán Reinhold Fanz, retará a Trinidad y Tobago en Ciudad de la Habana, luego, en septiembre, el choque ante EE.UU y completará la primera vuelta versus Guatemala; de los tres adversarios, dos asistieron al Mundial de Alemania-2006, y los guatemaltecos, que llevan “el balompié en vena”, también son de temer.
Lo llamativo es que estas noticias alentadoras resulten poco atractivas para la audiencia de nuestro país. Todavía la fiebre futbolística sube solo en Copas Mundiales, Eurocopas y Copa América, donde las porterías improvisadas y las “contrarias” de barrios llegan al punto de ebullición; mas, ¿cuándo el seguimiento se concentrará en los campeonatos nacionales o los resultados de la selección? ¿por qué se trasmitió por televisión el encuentro de Cuba y Antigua dos días después? Muchas gracias a los consolidados programas Gol y Gol Latino por las coberturas, pero también hay que extender el radio de acción e incentivar la afición hacia dentro.
Es importante aprovechar los destellos de la “Euro”, sembrar la semilla que quizá germine en los terrenos sudáfricanos o en Brasil-2014, cuando se entone el “Himno de Bayamo” a estadio repleto. Y no vuelvan a argumentar algunos el papel del béisbol en detrimento del fútbol, ya que en Venezuela, cuyo pasatiempo nacional es la pelota, la “Vinotinto” -el mote del equipo “morocho”- se ríe de eso y hace sudar la gota gorda a los grandes conjuntos de Sudamérica: el Brasil de Dunga, la Argentina del “Coco” Basile, Paraguay, Ecuador, Uruguay, Colombia y Chile.
Los acordes en Austria fueron escuchados igualmente por acá. La tarde dominical habló distintos idiomas, aunque el trofeo de campeones viajó a Madrid, en Tahití, Montenegro y Burundi igualmente aparecieron halagos al nuevo monarca. Meditemos, interesa observar en la cancha al “Guaje” Villa, Casillas o Ballack, pero antes asalta la duda, ¿quién es el “Toro” Linares, Leonel Duarte y Alaín Cervantes?

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