Cuba entera respira mucho fútbol. / Foto: Carlos Rafael |
Artemisa, La Habana, Mayabeque, Villa Clara, Matanzas, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Guantánamo, además del municipio especial Isla de la Juventud, estuvieron representados, con protagonismo, por supuesto, para los de la urbe – los seis combinados finalistas fueron de allí.
La convocatoria, publicada a nombre del INDER y otras instituciones, salió a la luz en febrero y se extendió hasta el 20 de marzo. Esta, aunque compartía una dirección de correo y un número telefónico para contactos, en ningún momento anunció a los interesados de otras regiones de Cuba que habría alojamiento o transporte asegurados, por lo que eso, sin duda alguna, menguó el número de asistentes.
El primer torneo nacional fue bien acogido. / Foto: Calixto Llanes |
Holguín, a más de 700 kilómetros de La Giraldilla, vio en la distancia ese torneo primigenio. Sin embargo, en una provincia donde el fútbol anda mal en cuanto a resultados a nivel de país, desde la Primera Categoría hasta el futsal, debimos haber tomado iniciativas, a fin de que algún elenco de aquí hubiera ido a la competencia desarrollada en La Ciudad Deportiva y la sala Kid Chocolate.
¿Por qué no efectuamos a tiempo un evento territorial, de donde emergieran cuatro planteles, a los cuales las autoridades deportivas nuestras les garantizaran modo de viaje y lugar de estancia en La Habana? Cada conjunto que tomó parte en la justa de marras estuvo compuesto por solo cuatro integrantes, así que, aplicando simple Matemática: se hubiera reportado muy poco gasto en la economía del organismo deportivo holguinero.
En ningún modo, se les cortaría el paso al resto de los cuartetos de la provincia que hubiesen deseado integrarse al Torneo Nacional de Fútbol Callejero, porque la convocatoria era libre, pero ya estos sí deberían haberse insertado sin la referida ayuda, es decir, por su cuenta.
Holguín, plaza fuerte del fútbol callejero. / Foto: Liván Espinosa |
Dejamos pasar una oportunidad “de oro” para encontrar talentos “silvestres”, fuera de la Pirámide Deportiva, y no se le dio vida al deporte comunitario y la recreación, algo a lo que se ha llamado, constantemente, en los últimos tiempos. La Comisión Provincial del Más Universal tiene que ser proactiva y aprovechar la fiebre futbolística, bastante alta en toda la provincia, en cuya geografía los “pitines” de fútbol prevalecen.
Tenemos un chance de rectificación muy cerca, durante las fechas en que se celebrará la Copa del Mundo Rusia-2018, en las cuales siempre sube otros grados de temperatura el ambiente de los goles.
Entonces localicemos una sede para una lid masiva clasificatoria y organizemos una final en el Ateneo Deportivo Fernando de Dios, en busca de los seleccionados de barrios y comunidades que pudieran tomar parte en la segunda versión del Nacional de Fútbol Callejero, en 2019.
Y me dirán dreamer (soñador), pero en La Habana hubo hasta patrocinadores en la primera edición: seamos osados y hagamos alianzas entre el INDER de acá y algunas empresas –también de acá–, que puedan dar una mano consensuada. Convoquemos de este a oeste “de la tierra más hermosa que…”
Qué Messi y Cristiano estén finteando entre estepas y matrioskas, y nosotros fomentando la canchita que se juega en “Calixto García”, Levisa, Banes o el Club Atlético y Los Caballitos. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque
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