Espinosa (cuarto de derecha a izquierda), junto al Comandante en Jefe. |
Su velorio se celebró en la casa de su madre, Herminia Capó (ya fallecida), en el reparto Sanfield, y en este participaron familiares y amigos, entre quienes se encontraban su viuda, la mexicana Albina Madariaga, y Mario Kindelán, bicampeón olímpico de los 60 kilos.
Albina Madariaga / Fotos: Reynaldo Cruz |
“Le diagnosticaron problemas pulmonares, una vieja neumonía complicada con sinusitis y asma”, esa fue la causa de la muerte del expugilista, según Madariaga, quien aseguró que “él siempre dijo que regresaría a Holguín. Hablaba mucho de este pueblo y de Cuba, si estaba en La Habana quería regresar a su ciudad. Su última visita a tierra holguinera fue en diciembre de 2016 y estuvo hasta enero de este año acá. Aquí nació y se crió, por lo tanto su afecto nunca terminó, donde quiera que estuviera, mencionaba a esta provincia”.
Hubo amistades que donaron dinero en el exterior para poder costear el traslado del cadáver: “En Internet, se logró juntar algo y logramos traerlo. Quedará en la perpetuidad en un panteón del Cementerio de Holguín”, reveló la viuda.
Espinosa llevaba viviendo en EE.UU. unos seis años, porque emigró desde México para trabajar en un gimnasio entrenando niños. Pretendía, al momento de su deceso, regresar a Cuba para residir permanentemente en la Isla. “Venía con frecuencia a nuestro país. Tenía intenciones de operarse de sinusitis aquí, luego de repatriarse. Ángel nunca desertó, por reunificación familiar llegó a México y allí se quedó por casi una década”, explicó Abelino Pérez, amigo del fallecido.
Los padecimientos respiratorios fueron los únicos golpes que no pudo esquivar el derecho que peleaba a la zurda. El titular del orbe de Reno-1986, en los 71 kilos, celebró 310 combates en su carrera deportiva, con 294 triunfos y 16 reveses en nueve divisiones, además, fue considerado el mejor boxeador amateur del mundo, libra por libra, en su etapa de mayor esplendor, en el segundo quinquenio de los ochenta. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque
No hay comentarios:
Publicar un comentario