Embasar la base

Fotos: Javier Mola

¿Qué es la superestructura del béisbol cubano? Es el techo de nuestra pelota, la máxima dimensión, a la cual le modificaron su Serie Nacional y tiene por delante el Tercer Clásico Mundial. Pero, por qué pensamos tanto en Metropolitanos y el serpentinero que nos pondrá Japón, y hablamos poco del soporte. Para sostener la cubierta hacen falta firmes columnas y, como me dijo un técnico, la zapata, la base donde se reciclan pelotas con esparadrapo, los guantes son remendados y la niñez se pasa mejor.

Caía la tarde sobre el Guay, zona delimitada por líneas férreas, detrás de la Fábrica de Pienso, en el reparto 26 de Julio, del municipio cabecera. ¡ahora! estaba al corriente de la construcción allí de un terreno rústico. Entrenadores, padres, niños y vecinos de la comunidad eliminaron un basurero. Román San Juan y Serguei Aguilar, profesores del combinado deportivo Alex Urquiola, con el apoyo de sus pupilos, marcaban las líneas del plato hacia los jardines y se disponían a iniciar la segunda jornada de clases del presente curso escolar, cuando nos adentramos en territorio de Los Guerreros (así se nombran en su bandera, con emblema incluido).

El lunes pasado, en el programa Deportivamente, de Radio Rebelde, Franger Reynaldo, especialista de la Comisión Nacional, reconoció que todavía el abastecimiento de implementos deportivos hacia las áreas es insuficiente. San Juan informó que, durante el período lectivo 2011-2012, solo recibieron dos guantes y siete esféricas, el resto se adquirió por gestiones del colectivo de preparadores y padres de los alumnos. Tampoco les habían entregado ningún tipo de indumentaria para enfrentar la actual etapa; aunque, Manuel Cabrera, comisionado municipal, aseguró que, próximamente, se distribuirán 10 pelotas y dos o tres bates de madera por combinado.

Reynaldo dedicó varios minutos, de su comparecencia nocturna, al empleo de los recursos técnicos desde el punto de vista táctico, en las categorías infantiles, o lo que es lo mismo, enseñar a pensar y no privilegiar solamente el desarrollo de la fortaleza física, para lanzar 90 millas o jonronear al estilo Kindelán. “¿Quién entra de cortador cuando se batea un hit al jardín izquierdo?”, fue la interrogante de Aguilar. Las manos se levantaron para responder que el torpedero se interna, abre los brazos, y pide la bola. Desde una pizarra que simula un campo beisbolero, los muchachos comprenden los fundamentos de una de las modalidades deportivas más complejas del mundo.

Apreciamos unos soportes de bateo y parapetos “criollos”, equipos que, de fabricarse en las industrias holguineras, se multiplicarían por toda la provincia. Se sumó una “guerrera” al elenco: la niña Eliannis Frómeta, del seminternado Luis Escalona, fildea sobre la grama del Guay, que posee las medidas oficiales contempladas internacionalmente para peloteritos, acogerá eventos territoriales en breve y espera por unas cercas perimetrales.

“El horario de salida de las centros estudiantiles (4:20 pm) nos afecta en el traslado de los matriculados, pues vienen de lugares distantes y llegan casi a las cinco, lo que acorta el tiempo de entrenamiento. Pudiera valorarse la posibilidad de crear aulas-tipo de deportes, a través de un convenio entre Educación y el INDER, para poder recibirlos desde las 2:30 pm y trabajar más. Los terrenos rústicos son una medida dirigida a incorporar niños, así tendremos masividad y contribuiremos a rescatar nuestro deporte nacional en edades tempranas, donde antes Holguín era potencia. Hay que buscar ‘placeres’ que tengan amplitud y estén cerca de escuelas y comunidades. Aquí siempre se incluyen lecciones de Historia del béisbol como introducción, es una manera de motivar”, explicó Cabrera, al tiempo que observaba, acompañado por sus colegas José Rodríguez y Badik Leyva, la práctica de sus pequeños de la categoría 11-12 años, del mismo combinado, concentrados en el diamante rústico de la escuela José María Martínez Tamayo, en la Comunidad Militar Emilio Bárcenas, próxima a la Fábrica de Cervezas.

Cabrera y otros adiestradores han planteado un ambicioso sistema competitivo en el curso escolar 2012-2013: torneos de larga duración que mantengan actividad en todas las áreas los fines de semanas, así, chicos y chicas jugarían alrededor de 100 partidos (internos e intercombinados). Con el propósito de rendir una actuación notable en tan extenso calendario, se alistaban los discípulos de Andrés González y Manuel Santiesteban, del “Pedro Díaz Coello”, en un extremo de la Plaza de la Revolución Mayor General Calixto García. De ese otro campito rústico, surgieron dos jugadores que integraron la preselección nacional 11-12 años en la anterior temporada, por lo que acondicionar esa porción del histórico sitio no fue en vano. Unos pocos ajustes en la ubicación del home, para que el Sol nunca encarara al bateador, y algunas horas de chapea, a fin de denotar la medialuna y el box, dejaron listo el cuadro frente a los 18 Plantas, desde hace unos meses.

No son las únicas “instalaciones” beisboleras “hechas a pulmón” en la provincia, mas estos tres ejemplos propiciarán el surgimiento de otros emplazamientos que solucionen, de cierta manera, la escasez de espacios para fomentar el pasatiempo de los cubanos. Por la misma cuerda deberían andar los beisbolitos, que llevan requerimientos superiores; pero no son inversiones constructivas colosales. En Holguín, se encuentran reducidos en número y, salvo excepciones, en deterioro casi absoluto, como el “Fermín Laffita”, del municipio cabecera. Revitalizar “las bolas y los strikes” es una tarea en conjunto, algunos organismos y empresas también pueden prestar su ayuda.

Héctor Hernández, mentor del único seleccionado del territorio que ha podido conquistar una Serie Nacional, me refirió en una oportunidad que la repetida presencia de Sancti Spíritus en las postemporadas, a partir de 2002, se debió en gran medida a la considerable cantidad de terrenos construidos allí en la década del noventa y la efervescencia generada por dicha iniciativa. Estas variantes rústicas, y las que vengan, cimentarán la superestructura, que va más allá de la Serie Nacional y el Tercer Clásico Mundial, de los cinco refuerzos y el Matsuzaka a enfrentar. / Por Nelson Alejandro Rodríguez Roque