Cantó el tercero con una pelota alta. Una de a las que no le das ni con tres bates...pero que cae en zona. Di la espalda y entré lentamente al dugout. Todo se lo achaqué a la Fuerza de Gravedad. A ella, a los dos strikes anteriores y al inventor del ponche.
Para colmo, me exigieron el pullover por dentro y en la segunda comparecencia fui declarado out por regla en infield fly. Unos Gulliveres en tierra de “gigantes” (en muchísima menor desproporción) tenían el control del softbol “a la piña”.
Jugadas en la intermedia bien “chiquiticas”, de esas en que la repetición instantánea valdría la pena, tampoco nos (al equipo de la Prensa) favorecieron a la defensa. Al menos terminé el partido, porque vi una expulsión sin apenas haber empuñado. Releí: “Tiene autoridad para descalificar a cualquier jugador por objetar decisiones o por conducta o lenguaje antideportivo”.
Inconforme con el envío dudoso, “encaré” a los ampayas, niños del Círculo de Interés Sol Naciente, que utilizan máscaras y petos en el área especial de softbol, del Feliú Leyva, y estudian el Nuevo Manual de Jueces de Béisbol, además del Reglamento de su deporte. Los integrantes provienen del seminternado Calixto García, la escuela primaria Manuel Ascunce y la ESBU Lidia Doce.
Aunque están en etapa básica de formación, sus profesores, Elpidio Noris, Noelia Bell y Juan Carlos Araújo, los preparan teóricamente en cada clase, para así facilitar luego el accionar. Si la lluvia interrumpe el entrenamiento, entonces dedican la tarde a repasar distintas situaciones que surgen en el diamante.
En la provincia, existen 284 círculos de interés sobre arbitraje. El del “Feliú” se presentó en el Forum de Base y ganó el derecho a participar en el del municipio. “Con dos manos, el fly se coge con dos manos”, le indica Noris a Víctor Alfredo Cruz. Y no está de más recalcárselo, pues algunos mayores arrastran esa dificultad de Serie en Serie.
Designado para “dictar sentencia” en el primer choque de aquella jornada, Víctor Alfredo mostró firmeza detrás del plato, haciendo valer su autoridad y consultando al grupo de auxiliares cuando existían reclamaciones.
Sé que los umpires evitan el protagonismo, mas estos aprendices se robaron el show. José Leonardo Aguilera va bastante al “Calixto García”, esa instalación donde “gateamos” hasta comprender el por qué de los pisa y corre y decretamos balk al menor “pestañeo” del lanzador rival. “Allí me fijo en la mecánica de los árbitros. Siempre iré a apoyar a Holguín”, refiere. ¿A quién se parecerá?
“El próximo curso ellos pasarán al béisbol. Recibiremos únicamente niñas en esta categoría. Es la indicación que hay por el momento. El Círculo de Interés mantendrá su funcionamiento, pues ayuda a cumplir objetivos pedagógicos y los alumnos aumentan el rendimiento escolar. Si uno de ellos desconoce las dimensiones del terreno, perdemos puntos y quedamos rezagados aunque en la competencia hayamos avanzado”, asegura Noris, quien tiene la intención de formar muchachitas como atletas e incorporarlas a “Sol Naciente”.
Fui entrando en razón cuando conversé con los imparciales. La última palabra no podía ser objetada. Más allá o más acá, llegando y llegando, mis apelaciones carecían de validez. Me convencieron sus argumentos. Por eso, decida usted, ¡tírele a la que se parezca!
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