Acostumbrados a observar espectáculos deportivos de relevancia, los cubanos saboreamos la Copa América 2007, que se desarrolla en Venezuela. Por primera ocasión nos llega a la pantalla, de forma íntegra, un evento futbolístico del continente. Anteriormente vivíamos Mundiales y Eurocopas; pero todavía nos faltaba el antiguo torneo regional.
Los organizadores “morochos” han hecho un gran esfuerzo para desarrollar la lid repleta de hermandad y espíritu atlético, a pesar del boicot ridículo de la oposición venezolana versus el mandatario Hugo Chávez. La fiesta del gol viaja a la patria de Bolívar, y esta no la hará quedar mal.
Estadios repletos, asistencia de casi todos los jugadores de renombre, instalaciones muy bellas –a la altura de las mejores de Europa- y excelente calidad técnica de los partidos, se involucran para aupar a los anfitriones. Es un triunfo rotundo contra aquellos que, despectivamente, devalúan los certámenes desarrollados en el “Tercermundismo”.
Después de una feroz campaña “escuálida”-así nombran a los enemigos más extremistas de la Revolución Bolivariana- llamando al desorden y la inseguridad, las tribunas del choque entre Argentina y EE.UU, con escenario en la petrolera Maracaibo, estuvieron colmadas de simpatizantes “gauchos” y norteamericanos, sin aversiones, ni sentimientos antigringos.
Ronaldhino y Kaká se ausentaron de su selección brasileña, alegando cansancio; mas tenemos sobre las canchas a Messi, Robinho, Claudio Pizarro y Rafa Márquez, entre muchos otros. La magia del taquito, las “chilenas” acrobáticas, las paredes de lujo y el olfato frente al larguero, mantienen el derroche de adrenalina. A “albicelestes”, “celestes” o “auriverdes”, añadimos el color “vinotinto” de la escuadra local, que ya no quiere ser Cenicienta del Cono Sur y se anotó el último sábado una victoria, luego de cuarenta años de “oscuridad”.
Guaky, la mascota guacamaya del evento, brinda un colorido extra al espectro competitivo. A los comentarios de Reinier y Sergio, conocedores cubanos muy profesionales del tema, les sumamos ahora una jerga novedosa y picaresca, en las voces de narradores de la televisora social TEVES, otro éxito ante los poderosos medios audiovisuales, con sello privado, de la alicaída élite venezolana.
Programas como Gol, que ya no puede faltar en nuestros domingos, y el recién estrenado Gol Latino, han disparado el número de seguidores del más universal en Cuba. Las polémicas se suscitan, ¿Argentina o Brasil? ¿ Y México…? ¿Quién beberá la Copa?
Por las calles y barrios del país se han olvidado de Zidanne, los niños prefieren a Riquelme a la hora de imitar a las luminarias, si de talento hablamos. La novela de turno más sonada, Cabocla, decrece su tele audiencia por estos días. Los consensos en familia son la vía salomónica, en aras de un entendimiento feliz al preferir un canal.
Aunque el verano apenas comienza, la oferta del fútbol es un adelanto de lo que nos viene en materia deportiva, pronto estarán los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro y el festín se alargará. Bienvenida la Copa América, nosotros también queremos un sorbo.
Los organizadores “morochos” han hecho un gran esfuerzo para desarrollar la lid repleta de hermandad y espíritu atlético, a pesar del boicot ridículo de la oposición venezolana versus el mandatario Hugo Chávez. La fiesta del gol viaja a la patria de Bolívar, y esta no la hará quedar mal.
Estadios repletos, asistencia de casi todos los jugadores de renombre, instalaciones muy bellas –a la altura de las mejores de Europa- y excelente calidad técnica de los partidos, se involucran para aupar a los anfitriones. Es un triunfo rotundo contra aquellos que, despectivamente, devalúan los certámenes desarrollados en el “Tercermundismo”.
Después de una feroz campaña “escuálida”-así nombran a los enemigos más extremistas de la Revolución Bolivariana- llamando al desorden y la inseguridad, las tribunas del choque entre Argentina y EE.UU, con escenario en la petrolera Maracaibo, estuvieron colmadas de simpatizantes “gauchos” y norteamericanos, sin aversiones, ni sentimientos antigringos.
Ronaldhino y Kaká se ausentaron de su selección brasileña, alegando cansancio; mas tenemos sobre las canchas a Messi, Robinho, Claudio Pizarro y Rafa Márquez, entre muchos otros. La magia del taquito, las “chilenas” acrobáticas, las paredes de lujo y el olfato frente al larguero, mantienen el derroche de adrenalina. A “albicelestes”, “celestes” o “auriverdes”, añadimos el color “vinotinto” de la escuadra local, que ya no quiere ser Cenicienta del Cono Sur y se anotó el último sábado una victoria, luego de cuarenta años de “oscuridad”.
Guaky, la mascota guacamaya del evento, brinda un colorido extra al espectro competitivo. A los comentarios de Reinier y Sergio, conocedores cubanos muy profesionales del tema, les sumamos ahora una jerga novedosa y picaresca, en las voces de narradores de la televisora social TEVES, otro éxito ante los poderosos medios audiovisuales, con sello privado, de la alicaída élite venezolana.
Programas como Gol, que ya no puede faltar en nuestros domingos, y el recién estrenado Gol Latino, han disparado el número de seguidores del más universal en Cuba. Las polémicas se suscitan, ¿Argentina o Brasil? ¿ Y México…? ¿Quién beberá la Copa?
Por las calles y barrios del país se han olvidado de Zidanne, los niños prefieren a Riquelme a la hora de imitar a las luminarias, si de talento hablamos. La novela de turno más sonada, Cabocla, decrece su tele audiencia por estos días. Los consensos en familia son la vía salomónica, en aras de un entendimiento feliz al preferir un canal.
Aunque el verano apenas comienza, la oferta del fútbol es un adelanto de lo que nos viene en materia deportiva, pronto estarán los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro y el festín se alargará. Bienvenida la Copa América, nosotros también queremos un sorbo.